Vestida de lila, zapatos color caramelo y bolso rosa fui a dar a uno de los tantos salones de mi querida universidad.
Camine deprisa y trate de que me viera, para que me siguiera al sitio pactado.
En el salón, no tarde mucho en reclamarle y dejarle en claro las cosas, pero con su: Un momento, puedes dejarme leerlo?, detuvo mi momento.
Lo pense rápidamente y con desgano dije: Esta bien, léelo.
Después de darle una breve ojeada, exhorto que era mentira, o bueno que no eran así las cosas. Vaya típica respuesta, pensé.
Hablamos por lo menos media hora y lo único que recuerdo era que si me paraba me caería como hoja seca al suelo.
Nunca me sentí como una pelota de pin-pon por tanto tiempo y que me vean sufrir a costa de sus tontos resentimientos. Sera que les gusta confundirme para que después me echen la culpa de sus desgracias?
YA BASTA!!!
Pelen, discutan, gritense, lo que quieran, pero por razones en las cuales yo ya no este incluida. Y si soy yo, mantenganme al margen de sus trucos para demostrar quien miente o dice la verdad.
Ambos tienen la verdad en sus cabezas y es una pena que no la pueda ver.
Para mi todo esto ya se acabo, y con ello ustedes también. Solo déjenme en paz y ustedes vivirán en paz... Pero si me siguen jodiendo, entonces atengance a las consecuencias de sus PROPIOS ACTOS!
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